jueves, 2 de abril de 2020

Times are Changing right after this deadly Pandemia.
Los tiempos están cambiando muy rápido tras la pandemia.

By Vicentico



La humanidad, en estos inicios del año 2020, está enfrentando una peste mundial, que está tocando la sensibilidad de las estructuras familiares, sociales y de los grandes grupos económicos alrededor del mundo.

Así las cosas, el planeta tierra es el actual  escenario en el que se enfreta el actual homosapiens, con todo lo que puede, frente a un micro-organismo de naturaleza abiótica, insignificante, pero altamente letal para la especie humana; que es muy pero muy posible, fue elaborado en un laboratorio liderado por un loco desquiciado o un grupo de locos, quienes en lugar de buscar el bienestar del ser humano, han buscado con éxito, el mecanismo perverso de desaparecerlo.

Es posible aunque no probable, que muchas sociedades humanas desaparezcan por diferentes motivos. Unas sociedades no permiten las trasfusiones sanguíneas entre seres humanos, de descubrirse lo positivo que resulte el uso de plaquetas sanguíneas de humanos que le ganaron la pelea a este virus, anta-virus, covid19 o como se llame. Otras sociedades, igualmente dadas sus creencias y posturas ideológicas, es posible que lleven al holocausto a sus seguidores, acudiendo a eventos masivos de oración y resulten infectados todos, es decir, un suicidio colectivo, lo cual resultaría en un crimen de lesa humanidad. Por estas y otras razones, es posible que desaparezcan muchas estructuras sociales, pues el virus no ve razas, credos, lujos, pobreza, penas ni glorias.

Sea como fuere y aun se haya superado esta peste o pandemia, el hombre ya no volverá a ser el mismo de antes; según estimaciones de expertos, estos cambios serían drásticos, mas o menos en este sentido:

En materia de Salud.- será drástico el cambio, puesto que las medidas de sanitización y saneamiento ambiental, tomarán ribetes de muy estrictos. En este sentido, para salir a la ciudad sea a la universidad, a la oficina, así como de compras, se deberán extremar el uso de trajes personales de bioseguridad de máximo 48 horas de durabilidad o de alta resistencia, se deberá usar gafas protectoras tipo visores gogles, guantes de latex, tapa bocas, claro dependiendo de la zona de la ciudad por la que se transite.

A la entrada y salida de las universidades, bancos y oficinas, habrá de colocarse puertas biométricas que midan la temperatura y que cuenten con sonido de alerta, frente a un usuario con fiebre superior a los 38 grados centígrados, lo cual invita a reducir al visitante o empleado a una forzada cuarentena e inmediata desinfección del edificio. Es decir, simulacros anti-personal infectado.

A propósito de las personas, dentro de la diferenciación social ya pre-existente de ricos y pobres, se sumarán otras dos, la de los inmunes y la de los portadores asintomáticos, siendo esta última una gran mayoría y quizas la más peligrosa; y , hasta un tercer tipo o segmento de población, la de los vulnerables, estos últimos, al igual que los asintomáticos, deberán guardar curentena obligatoria.

Este último término, obligatoria, implica que las leyes o los cuerpos jurídicos deberán ser reformados, pues se considerarán algunas acciones y omisiones, del tipo penal; esto implica, que quien teniendo que guardar cuarentema, rompa el cerco epidemiológico y contamine a los vulnerables, lo cual le daría confinamiento, pero en una cárcel de alta bioseguridad.

En efecto, muchas cosas cambiarán. Los saludos entre amigos estarán sujetos a un nuevo código de señas, ya no habrían apretones de manos, besos en la mejilla; y lo más penoso, los derechos de reunión social y de eventos masivos como espectáculos al aire libre, desaparecerán.

Parece ficción, pero es el nuevo escenario. Son lecciones amargamente aprendidas, tras el debut de un virus altamente letal, que en cuestión de semanas, anula el sistema inmunológico del ser humano y lo mata, tras un penoso síndrome de insuficiencia respiratoria. Así las cosas, a partir de la nueva tragedia humana, debuta un nuevo escenario cuyo horizonte siempre será la bioseguridad de cada habitante terrestre.

En Materia educativa.- Volver a clases tras la pandemia, igualmente será shockeante para alumnos, profesores y directivos; pues todos sus actores estarán cubiertos por sus trajes de bioseguridad, esto siempre que hablemos del sistema presencial de clases. Además, al parecer este sistema va camino a  su desaparión. Entonces, se está inagurando el sistema virtual de clases, mismo que se venía esporádicamente ensayando y hasta de modo desdeñoso, hoy luce cual una necesidad imperiosa.

Serán las salas de chat, las de videoconferencia, los grupos de trabajo virtuales o telematizados, los que impondran un nuevo ritmo a la educación, en todas sus estructuras y niveles. De este modo, las evaluaciones y trabajos serán enviadas a la nube electrónica de almacenamiento de datos personalizadas de cada estudiante, docente y directivo.

Para lo anterior, los gobiernos alrededor del mundo ampliarán -obligatoriamente- el ancho de banda y la velocidad para voz y datos.

En Materia Laboral.- El nuevo homosapiens, tendrá la posiblidad de trabajar desde su casa, siempre y cuando no sean labores de producción asistida por el empleado, tales como manufactura, cosecha agrícloa, industria de línea blanca y diseño de productos de consumo masivo.

Así las cosas, las relaciones laborales o de trabajo del empleado, serán pactadas con el empleador o gerente de personal, lo que implica que la carga horaria podría reducirse de ocho a seis y hasta cuatro horas diarias o peligrosamente flexibilizarse.

De este modo, habrán puestos de trabajo esenciales y no esenciales. La mecanización agrícola,por ejemplo será una de las más atractivas, seguidas por las de salud, donde médicos y enfermeras, dada la peligrosidad de atender a pacientes con este letal virus y otras enfermedades, serán los mejor pagados, junto con su personal sanitario u hospitalario.

Adicionalmente, muchas actividades productivas y de manufactura harán un giro a sus negocios, pues los gobiernos a nivel mundial, aunarán esfuerzos para producir equipos respiradores, ventiladores, concentradores y nebulizadores, que pemitan suplir las demandas imperiosas de atención respiratoria o neumológicas. En este sentido, la salud será el primer rubro a ser invertido y atendido; las demás actividades girarán y dependerán de cuan sana, desde el punto de vista inmunológico, esté la persona o empleado.

En materia Deportiva.- sin temor a errar en el pronóstico, es posible que desaparezcan ciertas ligas deportivas, pues como el caso del Super Bowl, la Liga de campeones, La copa América, las Olimpiadas y otros eventos ya no tendrán la acogida que meses atras, si las tenían. Por el contrario, las grandes ligas, federaciones y empresas deportivas darán un giro a su negocio, pues si bien el hincha comprará el pack de los encuentro de su equipo favorito, lo podrá disfrutar en la comodidad y bioseguridad de su hogar.

En fín, puede llamarse a todo esto, un especular; si, es muy posible. Lo más probale es que que se de en otras condiciones incluso más rigidas, como aquellas que en una cinta de ciencia ficción hablaban de un domo terrestre; esto es, las personas dentro del domo estaban protegidas y las de fuera, no.
 Tambien es una especulación, ficción o no; el asunto es que el nuevo homosapiens debe tomar la carta acertada, esta vez. La carta equivocada, sería un suicidio para la humanidad y su especie.

No es tiempo aún de presionar el botón de la bomba nuclear, no es ese el remedio a los males del hombre. Lo triste es que el hombre sigue jugando a ser Dios; y eso ya no es posible.

Recordemos, que aun no existe otro planeta parecido a este bello verdeazulado globo, para pensar en migrar desde aquí y así lo hubiere, es probable que solo los potentados podrían hacer maletas y viajar en el tiempo y el espacio.

El grito de la especie, es por una oportunidad más, por eso, no es hora de presionar el botón de otro Chernobil, Hiroshima o Nagasaki, no, esa no es una opción, pues siendo así, no habrá hombre en la faz de la tierra, que siendo último.. apague la luz.