sábado, 20 de julio de 2013

Yo no fuí..fue pingüé!!

    Si, amigos del resto del mundo, acá en Ecuador unos cuantos malos ecuatorianos suelen excusarse de este modo, es decir, empleando la expresión 'yo no fui, fue pingé'; para no asumir la responsabilidad de su mala gestión. Este es el caso del túnel de la avenida Tufiño, en la cabecera Norte del ex-aeropuerto Internacional Mariscal Sucre (ahora desplazado a dos horas de Quito); el cual se vino a bajo sepultando a un vehículo pequeño con sus dos ocupantes, lamentablemente se trataba de una pareja de esposos, y por otro lado un traseúnte que de milagrito se salvó de morir en idénticas condiciones.

    Si los sabios planificadores del cabildo quiteño hubieren tomado un poco de previsión como por ejemplo: cerrar la vía por 'lo que fuere', solo era cuestión de hacerlo. Al respecto, se puede decir que no se respetó protocolo alguno para esa remoción o movimientos de tierra en dicha cabecera norte, tampoco se ordenó desde la Empresa Metropolitana de Obras del Municipio de Quito a cargo del Ing. Germámico Pinto; que -por lo pronto- luce como el que ha venido usando esa excusa de yo no fui..fue pingüe, para el respectivo lavatorio de manos.

Los quiteños ya estamos hartos de tanta incompetencia venida desde la alcaldía metropolitana. Hace falta mucho sentido común -para empezar- hace igualmente mucha falta de humanismo en lo que a gestión y reordenamiento territorial se refiere. BASTA DE IMPROVISAR, hasta cuando. 

Si esta es la manera en que van actuar para los venideros meses, personalmente sugiero, que si tienen dignidad, un mínimo de dignidad en la alcadía, pongan la renuncia primero el alcalde, luego los ediles que bailan al ritmo que el Alcade Barrera les toca, y en tercer lugar los funcionarios, mal llamados gerentes de empresas metroplitanas.


La gloriosa y aguerrida ciudad de Quito tampoco ve como salida a los problemas del convivir urbano, la construcción de un METRO como vehículo para movilizar a sus ciudadanos. No, existen otras prioridades que bien pueden ser atendidas, para luego dejar de lado la novelería y el fashion week para cuando hayamos, los quiteños y sus familias, alcanzado el bienestar; y no el buen vivir, por que eso no se conoce ni se sabe con que se come. 

Lo más saludable para un pueblo menesteroso de obra pública y no de fetiches, es la concreción de obras como: alcanzar el agua potable, el alcantarillado, la escritura pública en barrios urbano-marginales capitalinos; a lo que se suma salud, empleo y educación. Creo que eso y para eso se lo ha elegido como alcalde al señor Agusto Barrera y no para seguir en campaña política en busca de una 'Dios no lo quiera' reeleccion.